• Yace aquí un mal matrimonio,
    Dos cuñadas, suegra y yerno...
    No falta sino el demonio
    Para estar junto el infierno.
    pareados con rima consonante,
    ¡En sepulcro de escribano
    Una estátua de la Fe!...
    No la pusieron en vano;
    Que afirma lo que no ve.
    ¿Ya hay pleito sobre el sepulcro,
    Y aún no está el hombre enterrado?
    ¡Éste sí que era...

  • «A la vista del cementerio, Bebidas.» ¡Muestra singular -díjose nuestro paseante-, pero buena para excitar la sed! De fijo que el dueño de esta taberna sabe apreciar a Horacio y a los poetas discípulos de Epicuro Quizá hasta conoce el profundo refinamiento de los antiguos egipcios, para quien no había buen festín sin esqueleto o sin un emblema cualquiera de la brevedad de la vida.»

    Y...

  • Cuando todos se alejaron de la blanca tumba aquella,
    donde sola, muda y fría
    se quedaba ella… ella!...
    La adorada muerta mía!

    Al ver toda su hermosura
    para siempre desligada
    de mi vida
    y escondida
    en la callada
    sepultura,

    con terrible voz, que aún oigo, grité: «Muerte despiadada!
    Dime, toda su belleza tornaráse en polvo? Dime...

  • ¡Oh ciudad silenciosa de los muertos!
    En ti se apaga el huracán humano,
    cual muere al pie de las tranquilos puertos
    el estruendo y furor del océano.
    Tú el sólo asilo de los hombres eres
    donde olviden del hado los rigores,
    sus ansias, sus dolores, sus placeres
    que no son en rigor sino dolores.
    Parece que me invitas a que vaya
    en ti a...