• I
    Cuando el desdén luminoso
    De Anarda bella pondero,
    Enamora con lo fiero,
    Y maltrata con lo hermoso:
    De suerte que en lo amoroso
    De mal pagada firmeza,
    Porque logre mi tristeza
    Entre gloriosa ventura,
    Hizo fiera la hermosura,
    Hizo hermosa la fiereza.

    II
    Blanca la frente se aviva,
    El pecho duro se...

  • Cuando fulmina borrascoso el Cielo
    Lluviosas armas del Diciembre impío,
    Flechando al pecho con agudo frío,
    Cerrando el día con nublado velo;

    Cuando embarga con cándido desvelo
    El hielo prisionero en pobre río,
    Como la perla del gentil rocío
    Nace el cristal del embargado hielo.

    Así también, Anarda, cuando tienes
    El pecho esquivo al amoroso...

  • Cuando inflama escondido
    El fuego en sus ardores repetido,
    Sube la llama, y luego
    Por los balcones se publica el fuego;
    Si mi fuego me inflama,
    Sube a los ojos la amorosa llama,
    Y si a los ojos, cual balcón, se aplica,
    Mi fuego muestra, y mi pasión publica.

  • Cuando las luces de tus ojos veo,
    Se enciende mi deseo,
    El corazón se inflama
    De suerte pues, que en la amorosa llama,
    Las que en tus ojos son luces vivientes,
    Son en mi corazón llamas ardientes.

  • Cuentan de un sabio, que un día
    tan pobre y mísero estaba,
    que sólo se sustentaba
    de unas yerbas que cogía.
    «¿Habrá otro», entre sí decía,
    «más pobre y triste que yo?»
    Y cuando el rostro volvió,
    halló la respuesta, viendo
    que iba otro sabio cogiendo
    las hojas que él arrojó.

    Quejoso de mi fortuna
    yo en este mundo vivía,
    y...

  • Culpóme por agravios
    (Por querer ser Abeja de sus labios):
    Anarda esquiva, y luego
    Hurtándole un clavel mi dulce fuego,
    Le dije: Dueño hermoso,
    Aunque no quieras tú, seré dichoso,
    Besando del clavel porción tan poca,
    Pues si beso el clavel, beso tu boca.

  • En que satisface un recelo con la retórica del llanto.

    Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
    como en tu rostro y tus acciones vía
    que con palabras no te persuadía,
    que el corazón me vieses deseaba;
    y Amor, que mis intentos ayudaba,
    venció lo que imposible parecía:
    pues entre el llanto, que el dolor vertía,
    el corazón deshecho destilaba...

  • Quiero cantar de Cadmo,
    quiero cantar de Atridas:
    mas ¡ay! que de amor solo
    sólo canta mi lira.
    Renuevo el instrumento,
    las cuerdas mudo aprisa;
    pero si yo de Alcides,
    ella de amor suspira.
    Pues, héroes valientes,
    quedaos desde este día,
    porque ya de amor solo
    sólo canta mi lira.

  • De un jardín despoja Anarda,
    Bien que robado, feliz,
    Las caricias de la Aurora,
    Las alhajas del Abril.

    Aunque las coge, no menguan,
    Pues con donaire gentil
    Cuantas coge allí la mano,
    Tantas el pie cría allí.

    Las que coge, y las que deja
    En el florido pensil,
    Unas morir de corridas,
    Otras de envidiosas vi.

    Mil flores...

  • Ya el trono de luz regía
    el luminoso farol,
    el fénix del cielo, el sol,
    cuya edad es sólo un día.
    Ya desde la tumba fría
    en su fuego vuelve a ser
    hoy lo mismo que era ayer;
    que, si en todo es de sentir
    que nace para morir,
    él muere para nacer.

    Veloz la vida se quita,
    con que más gloria se adquiere,
    pues cuando en el...