• Con gemido tan doliente
    rompes la nocturna calina,
    cual si tuvieras un alma
    que al par de la nuestra siente;
    el griego mito no en vano
    te fingió infeliz doncella,
    pues en verdad tu querella
    lamento parece humano.
    Y, aunque tu idioma no entiendo,
    harto conocer se deja
    que es sentidísima queja
    esa que estás repitiendo.
    En...