Cuando al rayar el dia,
Allá de mi lejana adolescencia,
El dios de la armonía,
Que es el dios de la humana inteligencia,
Su inspiración ardiente
Vertió en mi corazón, vertió en mi frente;
Sonó, sonó en mi oido
De patria y libertad un eco santo
De insólito sonido;
La voz del vate, del profeta el canto,
Que al ruido de tus olas...