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Porque al abrirse las puertas
Del misterioso ataúd
Hallan paz, vida y contento
Los que mueren como tú.

Zorrilla.

TIERNO botón que en el pensil florido
Tus matices apenas ostentabas,...

También sobre la tumba que cubre tus cenizas
resuenen, pobre amigo, los ecos de mi voz,
y lejos del bullicio de mundanales risas
llorando te dirijo mi postrimer adiós.

También, querido amigo, mis trémulos acentos
agiten temblorosos las flores de tu sien,
y...

¿Y eres tú Dios? ¿A quién podré quejarme?
inebriado en tu gloria y poderío.
¡ver el dolor que me devora impío
y la mirada de piedad negarme!

Manda alzar otra vez por consolarme
la grave losa del sepulcro frío,
y restituye, oh Dios, al seno mío...

En la muerte de un niño

Así como contempla el caminante
con los ojos llorosos
cual se llevan los soplos del levante
las hojas de los álamos frondosos;
así nosotros en...

No muere el sol en el cenit, ni el río
entre los anchos campos, que fecunda
con sesgo curso, agota
su sonoro caudal, ni el cierzo frío
las verdes frondas del abril azota.
¡Bien tras del monte arde
vaga la luz del día
cuando declina la callada tarde;...

En la muerte de...

Con una palma en la mano
acompañando al talento,
iba un ángel junto a un hombre
por un tortuoso sendero.

Después de largos afanes
pararon los dos...

    Cantos de regocijo y de victoria
 Nuestras voces alzaron aquel día
 Que regia mortal mano te ceñía
 Mezquino lauro de terrestre gloria:
    
    Y hoy que a la voz de tu Hacedor acudes,
 A recibir la fúlgida diadema
 Que la inmutable Majestad Suprema...

Al borde está de una tumba
La inexorable deidad,
Mal ceñido el negro manto,
Lívida la horrenda faz,
Y la planta descarnada
Sobre una corona real:
En tablas de bronce y mármol,
Carcomidas por la edad,
Apoya el brazo siniestro
Con terrible...

¿Lo veis? ¡En tropel fiero
al monte van del olivar furiosos!
¡Cada cual el primero
quiere llegar! ¿Lo veis? ¡Lobos rabiosos
contra el dulce amantísimo cordero!

Allí va el fiero bando,
con palabras á Dios muy ofensivas
los aires conturbando:
y...

Tendremos lechos llenos de olores tenues,
Divanes profundos como tumbas,
Y extrañas flores sobre vasares,
Abiertas para nosotros bajo cielos más hermosos.

Aprovechando a porfía sus calores postreros,
Nuestros dos corazones serán dos grandes antorchas,
Que...