• A la señora de Leopoldo Lugones

    I

    Madame Lugones, J'ai commencé ces vers
    en écoutant la voix d'un carillon d' Anvers...
    ¡Así empecé, en francés, pensando en Rodenbach
    cuando hice hacia el Brasil...

  • Me hallo solo y estoy triste.
    Tu viaje -que no maldigo
    porque tú lo decidiste-,
    me hundió en la sombra. ¡Partiste,
    y la luz se fue contigo!

    ¡Somos, en este momento
    en que el afán nos consume,
    dos flores de sentimiento
    separadas por el viento
    y unidas por el perfume!

    ¡Ay de los enamorados
    que están en diversos puntos
    y...

  • De nuestra gran virtud y fortaleza
    al mundo hacemos con placer testigo:
    las ruindades del alma y su flaqueza
    sólo se cuentan al secreto amigo.
    De mi ardiente ansiedad y mi tristeza
    a solas quiero razonar contigo:
    rasgue a su alma sin pudor el velo
    quien busque admiración y no consuelo.

    No quiera Dios que en rimas insolentes
    de mi pesar al...

  • En los constantes pliegos que me llegan,
    al nombre de mi madre uno por uno
    vuestros nombres queridos se le agregan.

    Que no me falte, os pido, allí ninguno,
    porque al ver vuestra letra inolvidada
    dulces memorias del hogar aúno;

    que en cada vario rasgo ver grabada
    creo vuestra genial fisonomía,
    en la forma y estilo retratada;

    y vuela...

  • Hoy recibo tu carta y la contesto:
    hoy, veintidós de junio, fecha impía,
    de recuerdo amarguísimo y funesto,
    que hiere mi azorada fantasía
    cual siniestra visión, y reverdece
    todo el horror de tan infausto día.
    Y que siento agitarse, me parece,
    la chusma que, doquiera voluntaria,
    a la cita del mal pronta se ofrece;
    y que grita, y se extiende...

  • Mientras haya en ciudad y cortijo
    gallineros que ostenten su rijo;
    y por calles, y en lúbricos tratos,
    ardentías de perros o gatos;
    y en el aire y el muro y el suelo
    moscas tiernas, a pares, en celo;
    mi librillo en palacios y chozas
    ha de ser inocente a las mozas.

    Pero quise pecar de discreto;
    y en extraño y heroico soneto
    dejo...

  • Se queda el castillo solitario, reflejándose en los lagos,
    En el abismo de su agua clara duerme su sombra secular;
    Se levanta en silencio desde el claro de abetos,
    Dando tanta oscuridad a la oleada rodadora.
    A través de las ventanas arcadas, detrás de los cristales, solo tiemblan
    Las largas cortinas arrugadas, que chispean como escarcha.
    La luna tiembla...

  • Cuando con cejas cansadas por la noche apago la vela,

    Solo el reloj recorre el largo camino del tiempo,

    Porque si abres las cortinas en la habitación

    La luna repliega sobre todo su voluptuosa llama,

    Ella saca de la noche del recuerdo una eternidad

    De dolores, que sentimos como si solo fueran sueños.

    Luna, tú, maestra del mar, transcurres sobre el...

  • La Biblia nos cuenta sobre Sansón que, la mujer,
    Mientras dormía, cortando su pelo, le quitó todo el poder.
    Así lo cogieron sus enemigos, lo ataron y le sacaron los ojos,
    ¡ Para ver que alma hay en el pecho de un vestido !
    Tú, joven, que lleno de sueños, sigues alguna mujer,
    Mientras la luna, escudo de oro, brilla a través de la aldea,
    Y mancha la sombra...

  • ¿ Por qué se queda mi pluma en la tinta, me preguntas ?

    ¿ Por qué el ritmo de las cosas no me desvía de mis escritos ?

    ¿ Por qué duermen, amontonados en las hojas amarillas,

    Los yambos ascendentes, los troqueos, los dáctilos ?

    Si tú supieras los problemas con los cuales tengo que luchar,

    Veías que tengo argumentos incluso para romper mi pluma;

    ¿ Para...