• Amado dueño mío,
    Escucha un rato mis cansadas quejas,
    Pues del viento las fío,
    Que breve las conduzca a tus orejas,
    Si no se desvanece el triste acento
    Como mis esperanzas en el viento.

    Óyeme con los ojos,
    Ya que están tan distantes los oídos,
    Y de ausentes enojos
    En ecos de mi pluma mis gemidos;
    Y ya que a ti no llega mi...

  • Teme que su afecto parezca
    Gratitud y no fuerza

    Señora, si la belleza
    Que en vos llego a contemplar
    Es bastante a conquistar
    La más inculta dureza,

    ¿Por qué hacéis que el sacrificio
    Que debo a vuestra luz pura
    Debiéndose a la hermosura
    Se atribuya al beneficio?

    Cuando es bien que glorias cante,
    De ser...

  • Verde embeleso de la vida humana,
    loca esperanza, frenesí dorado,
    sueño de los despiertos intrincado,
    como de sueños, de tesoros vana;

    alma del mundo, senectud lozana,
    decrépito verdor imaginado;
    el hoy de los dichosos esperado,
    y de los desdichados el mañana:

    sigan tu sombra en busca de tu día
    los que, con verdes vidrios por...

  • Ya que para despedirme,
    dulce idolatrado dueño,
    ni me da licencia el llanto
    ni me da lugar el tiempo,

    háblente los tristes rasgos,
    entre lastimosos ecos,
    de mi triste pluma, nunca
    con más justa causa negros.

    Y aun ésta te hablará torpe
    con las lágrimas que vierto,
    porque va borrando el agua
    lo que va dictando el...