Iba tendiendo su luctuoso manto
La noche oscura y fría,
Sin que templase un tanto
La opacidad de la región vacía,
El rayo de la luna macilento
Ni el trémulo fulgor de las estrellas;
Pues, cual rastro sangriento,
De un sol de invierno las rojizas huellas
Surcaban sólo el negro firmamento.
Tristes...