• A UN VECINO

    ¡Vecino, por compasión
    mi paciencia tuvo fin!
    Tire usted por el balcón
    su maldito cornetín,
    el cornetín de pistón.

    Si sólo un instante fuera,
    me callara, ¡vive Cristo!
    ¡Pero una semana entera!
    Que lo resista quienquiera.
    ¡Lo que...