• ¡Oh entusiasmo sagrado!
    Padre ardiente de mártires y fuertes,
    que a los guerreros invencibles haces:
    de provocar y padecer mil muertes
    los pechos que te sienten son capaces;
    del número te ríes,
    y en héroe al pusilánime conviertes.
    ¡Eres licor divino
    con que el humano espíritu embriagado
    se llena de un glorioso desatino,
    de una sublime...

  • Desde el día que vio la audacia ibera,
    ¡cuantas noches cerrar, cuántas auroras
    miró lucir nuestra congoja fiera,
    sin que el continuo vuelo de las horas
    la hora de la venganza nos trajera!
    Vio el peruano a su amada patria bella
    con ojos de rubor, en su mejilla
    mirando aún purpurëar la huella
    que la insolente mano de Castilla
    con inicua...

  • No os asombréis tanto, no,
    si en la templanza que muestro
    tan otro de mí soy yo;
    un sueño ha sido el maestro
    que tal cambio me enseñó.
    Temo, fiel a su lección,
    que, cuando más la altivez
    levante mi corazón,
    me he de encontrar otra vez
    en mi lóbrega prisión.
    Yo con mi ejemplo te enseño,
    raza de Adán engañada,
    que toda la...