¿Cundo será que los cielos
a ti piadosos me junten,
mitad ausente del alma,
beldad misteriosa y dulce?
Tú que tan bella y perfecta
concibe mi ardiente numen,
sin que una sombra ligera
tantas bellezas nuble.
¿Quién me dirá donde moras,
qué extraña región te encubre,
qué isla de aquellas que cantan
los poéticos laudes?
Quizá...