• Así bramaba el trueno de venganza,
    y asimismo la brisa tempestuosa
    silbaba entre las vergas del navío;
    ya el marino, burlado en su esperanza,
    da un recuerdo a su patria y a su esposa,
    y a la vista del puerto pierde el brío.

    Y la mar inclemente crece y crece,
    y crece sin cesar y se levanta;
    un hombre entre las olas desparece,
    y el que le...