Cabe el materno tálamo
se mece blanda cuna,
los dos amantes cónyuges
invocan la fortuna
con celestial cariño
para el dormido niño:
él sueña con los ángeles
que acaba de dejar.

Del niño el blando éxtasis
se ve en el rostro tierno
un...

Un ángel al Pindo bajó cierto día,
por él una musa de amor suspiró;
naciste, oh hermosa, de aquella armonía.
Su frente inspirada, su voz de ambrosía,
la Musa te dio.

Te dio como madre, su forma hechicera,
su paso de ninfa, su queja de amor,
sus ojos de...

Dios hizo el mundo; con su voz divina
del caos lo sacó,
y admirando su obra peregrina
se dice que la amó.

Su grandioso querer cumplido estaba
magnífico, inmortal;
pero amante, colmar aun le faltaba
su afecto celestial.

Y ante el dulce mirar de...

De la anhelada victoria
perdida ya la esperanza,
podrá tan solo la muerte
aliviar nuestra desgracia.
Al fuego de los cristianos
es la resistencia vana,
y todo cede ante el filo
de sus cortantes espadas.
A sus golpes formidables
tal vez...

Razón que imperas en mí
¿porqué habré de mentir yo,
diciendo impasible no,
cuando el alma dice sí?

Al mirar tus bellos ojos
siento nacer la alegría,
porque truecan, vida mía,
en encanto, los enojos.
Al mirar tus labios rojos
donde el amor se...

A mi buen amigo Andrés S.

¡Conoces la alta cumbre
que allá en el suelo
de mi Borinquen bella
saluda al cielo;
verde montaña,
que corona altanera
campos de caña.

En su cima se elevan
las palmas reales,
y en sus faldas se mecen...

CORO
Dios te saluda, oh María:
trajiste a la tierra amor
y el hombre en su desamparo
«Providencia» te llamó.

Llena estás de eterna gracia,
flor preciosa
y amorosa
que el eterno cultivó;
y cuando a la tierra fuiste
enviada,...

Yo vi los negros ojos
de una trigueña,
cuando iba hacia los montes,
a cortar leña:
¡ojos de fuego!
Sentí que me dejaban
de amores ciego.

Seguí triste y turbado
por mi camino,
dejando a mis espaldas
perdido el tino;
sin...

Elena

Solitaria y temerosa
pobre nave desvalida,
vago en el mar de la vida
en combate desigual.
¿Porqué, oh cielo, me robaste
el dulce materno amparo?
¿Qué seré sin su amor caro
ante el recio vendaval?

Huérfana triste del mundo...

¿Me preguntas, pintor, que como quiero
que pintes el mirar y la hermosura
de aquellos ojos do el Edén fulgura,
de aquellos ojos por que vivo y muero?
Copia el fulgor de matinal lucero,
de gacela apacible la dulzura,
de la tórtola amante la ternura,
el...