La adoré y era mujer
Que, en sus viarazas de amor,
Hizo a los celos arder
Sobre mis sueños en flor.
Quise odiarla, y jué pa pior,
Porque me costó aprender
Que no hay dolor más dolor
Que el dolor de no querer...
Si ya no la he de olvidar
Y no me arroyo al sufrir,
¡Qué otra cosa vi'anhelar
Que una achura pa vivir,
Su recuerdo pa soñar,
Y un ranchito ande morir!
1918.