Del sol que vieron mis años mozos
A gatas quedan tibios reflejos
Que en el recuerdo buscan ansiosos
Mis pobres ojos, sin luz, de viejos.
Eran los tiempos en que mi herraje
Lucía en el lomo de un potro crudo,
Y en las glorietas, entre el gauchaje,
A más de una táita dejaba mudo;
Era cuando iba campiando agravios
Con la altanera mirada dura,
Yevando el reto pronto en los labios
Y la e dos filos en la cintura;
Era cuando era mi cancha el rancho
De aquella autera chiruza mía,
Que jué más tarde p'al Viejo Pancho
Como la musa Melancolía.
Rancho entre sáuces, que a media noche
Se abría al envite de mi ternura,
Como en las tardes abren el broche
Las campaniyas de la espesura.
Inolvidable nido y fajina
Ande mis sueños se deshojaban
Entre los brazos de aqueya china
Que me oprimían y me maniaban;
De aqueya china voluntariosa,
Sedienta siempre de amores nuevos;
De aqueya china linda y mimosa
De abrasadores ojos malevos,
Que cuando al alba salía a la puerta
Brindando el beso de su boca roja,
Dende el palenque mi overo, alerta,
La saludaba con la coscoja...