Viejo Osiris! Llegué hasta la pared de enfrente de la vida. Y me parece. que he tenido siempre a la mano esta pared. Soy la sombra, el reverso: todo va bajo mis pasos de columna eterna. Nada e traído por las trenzas; todo fácil se vino a mí, como una herencia. Sardanápalo. Tal, botón eléctrico. de máquinas de sueño fue mi boca. Así he llegado a la pared de enfrente; y siempre ésta pared tuve .a la mano. Viejo Osiris! Perdónote! Que nada alcanzó a requerirme, nada, nada ...
Santoral
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Hoy no ha venido nadie a preguntar; ni me han pedido en esta tarde nada. No he visto ni una flor de cementerio en tan alegre procesión de luces. Perdóname, Señor: qué poco he muerto! En esta tarde todos, todos pasan sin preguntarme ni pedirme nada. Y no sé qué se olvidan y se queda mal en mis...
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Silencio. Aquí se ha hecho ya de noche, ya tras del cementerio se fue el sol; aquí se está llorando a mil pupilas: no vuelvas; ya murió mi corazón. Silencio. Aquí ya todo está vestido de dolor riguroso; y arde apenas, como un mal kerosene, esta pasión. Primavera vendrá. Cantarás «Eva» desde un...
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Verano, ya me voy. Y me dan pena las manitas sumisas de tus tardes. Llegas devotamente; llegas viejo; y ya no encontrarás en mi alma a nadie. Verano! y pasarás por mis balcones con gran rosario de amatistas y oros, como un obispo triste que llegara de lejos a buscar y bendecir los rotos aros de...
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En esta noche mi reloj jadea junto a la sien oscurecida, como manzana de revólver que voltea bajo el gatillo sin hallar el plomo. La luna blanca, inmóvil, lagrimea, y es un ojo que apunta... Y siento cómo se acuña el gran Misterio en una idea hostil y ovoidea, en un bermejo plomo. Ah, mano que...
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I
El puño labrador se aterciopela,
y en cruz en cada labio se aperfila.
Es fiesta! El ritmo del arado vuela;
y es un chantre de bronce cada esquila.Afílase lo rudo. Habla escarcela...
En las venas indígenas rutila...