Santoral

Viejo Osiris! Llegué hasta la pared de enfrente de la vida. Y me parece. que he tenido siempre a la mano esta pared. Soy la sombra, el reverso: todo va bajo mis pasos de columna eterna. Nada e traído por las trenzas; todo fácil se vino a mí, como una herencia. Sardanápalo. Tal, botón eléctrico. de máquinas de sueño fue mi boca. Así he llegado a la pared de enfrente; y siempre ésta pared tuve .a la mano. Viejo Osiris! Perdónote! Que nada alcanzó a requerirme, nada, nada ...

Collection: 
1912

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  • I
    El puño labrador se aterciopela,
    y en cruz en cada labio se aperfila.
    Es fiesta! El ritmo del arado vuela;
    y es un chantre de bronce cada esquila.

    Afílase lo rudo. Habla escarcela...
    En las venas indígenas rutila...