Introducción

Soy poeta: yo siento en mi cerebro hervir la inspiración, vibrar la idea; siento irradiar en mi exaltada mente imágenes brillantes como estrellas. El fuego abrasador de los volcanes en mi gigante corazón flamea; escalo el cielo, bajo a los abismos, rujo en el mar, cabalgo en la tormenta. Soy poeta: mi espíritu se escapa de la mezquina cárcel de la tierra, y sobre otros espacios y otros mundos tiende sus alas de águila altanera. Bebe la luz en la mansión del rayo; «atraviesa las órbitas etéreas», y el penetrante arpón de sus pupilas recorre el panorama de la esfera. Soy poeta: al rumor de las naciones las cuerdas de mi cítara se templan; lloro en el negro mundo de las tumbas, río en la bacanal, trueno en la guerra. El amor y la patria son mi vida; el corazón humano, mi poema; mi religión, la caridad y el arte; la libertad sublime mi bandera. Soy poeta: yo siento en mi cerebro hervir la inspiración, vibrar la idea; siento irradiar en mi exaltada mente imágenes brillantes: ¡soy poeta!

Collection: 
1876

More from Poet

  • Es Elisa una hermosa cortesana de formas seductoras, de mejillas de grana y de ardientes pupilas brilladoras. Su rubia y luminosa cabellera, cual cascada de oro, cae por su espalda blanca y hechicera; y es su cuerpo de gracias un tesoro. Príncipes y señores le entregan sus riquezas. Por sus...

  • BARBIERI Ruiseñor cuyo canto es nuestra patria; sus obras son el español poema; el madrigal dulcísimo que cruzan los amantes nocturnos en la reja; el árabe cantar; el poderoso grito de libertad e independencia; el ritmo cadencioso y elocuente que forman con sus pasos nuestras bellas; la hermosa...

  • Cuando me encuentro solo, y los aromas del oriental dorado pebetero con sus olas azules me rodean, jinete en el bridón del pensamiento vuelo al mundo divino y misterioso de las hadas, los gnomos y los genios, a ese gigante mundo del poeta de fantásticos seres gran imperio. ¡Oh! Cómo me deleitan...

  • ¡Miradlo, es él! En su pupila ardiente del genio el gran relámpago serpea; el noble patriotismo centellea en su pecho valiente, en su severa frente con intenso fulgor brilla la idea. ¡Miradlo, es él! Nuestro inmortal Quintana, el poeta coloso cuyo canto soberbio y generoso es el orgullo de la...

  • Hermosa, ya tus pupilas que soles radiantes fueron, perdiendo van sus fulgores, su viveza van perdiendo; tu provocativa boca, trono del amor y el beso, palidece, y huyen de ella la gracia, el clavel y el fuego; ya en la cascada de oro de tus brillantes cabellos, algunos rayos de luna aparecen...