He visto a una niña triste...

Madre, esta llama mía
que a tí te inquietara un día,
sigue madre y hoy me abrasa.
Y es roja, madre, de día
y por la noche es azul.

Madre, tus ojos azules,
siempre azul vieron mi llama.
Pero yo sé que ella es roja
a la clara luz del día.

A la clara luz del día, madre,
yo he visto a una niña triste
contradiciendo a la vida.
–Vestidito de percal,
moña anudando un ensueño–
estaba la niña triste.

–San Pilatos de las niñas,
de las niñas sin zapatos.
Para mí, si encuentras novio,
esta moña te desato.
–Dice la niña– ¡Pero no tiene zapatos!

Madre, tus ojos azules
siempre azul vieron mi llama.
Pero yo sé que ella es roja
a la clara luz del día.

Collection: 
1926

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