¿POR qué doblegas la frente
Con tan hondo sentimiento?
¿Por qué mustio, macilento,
Tiene tu rostro el pesar?
¿Por qué, Elvira, tus miradas
Son de duelo y amargura?
¿Por qué, Elvira, sin ventura,
No sabes más que llorar?
¿En dónde está tu sonrisa
Tan pura y tan hechicera?
¿Dónde van, ave parlera,
Las notas de tu canción?
Elvira, contén el llanto
Que viertes á todas horas,
Y dime á mí por qué lloras
Con tan intenso dolor?
¡Ay! de otro tiempo el recuerdo
Oscilando en la memoria
Tus imágenes de gloria
Te trae en confusión!
Te parece, pobre Elvira,
Que aún á los pies de tus rejas
Te está contando sus quejas
El perdido rondador!
¿Crees, acaso, que lo miras
Airoso, apuesto y galano,
Con tus caricias ufano,
Dueño de tu corazón?
¿Crees que vive todavía
Lleno de amor y ternura
Y dándote la ventura
Que le diste con tu amor...?
¡Pobre Elvira, cual te engañas!
¡Que transición tan amarga!
Que pena tan dura y larga
Sucedió á fugaz placer!
Llora, sí; viertan tus ojos
Las lágrimas á raudales,
Que son eternos los males
Que te dejó tu pasión.
Doblega triste la frente
Desventurada en el mundo,
Que paga el dolor profundo
Con duro sarcasmo vil.
Llora, llora, pobre Elvira,
Y doblega la cabeza,
Que quien perdió su pureza
Debe llorando vivir....
El mundo nunca perdona.
La sociedad escarnece
Al que sin honor padece
Aunque llore de dolor.
Busca, Elvira infortunada,
En otra fuente consuelo:
Pon los ojos en el cielo
Y alcanzarás el perdón.