La caridad

BLANCA la tez, y dulce la mirada
Cual de casta paloma;
Grave y noble el andar en la escarpada
Ruta que amante toma;
Pobre su vestidura,
Descalzo el pié sobre la peña dura.

Cerrado el labio; y la serena frente
Limpia como ese cielo
Que en invierno inclemente
No mancha torvo y nebuloso velo.

Horrible noche, de pavor cercada,
La mira pasar sola
En sus húmedas ropas recatada,
Ir en pos de criatura atribulada
Por quien feliz se inmola.

Siempre la encuentra errando el peregrino,
Y su alma acongojada
Contempla en el fulgor de una mirada
algo santo y divino.

En la terrible adversidad, afable,
De frío casi yerta.
Va llevando el consuelo al miserable,
Llamando á cada puerta.

Es hija del amor del Increado,
El mismo Dios la envía
Al páramo anegado
En lágrimas de luto y agonía.

Ella por ley de su misión y nombre
Ayudará en el mundo,

Con santa abnegación y amor profundo
Y fé, hasta el postrer hombre.

Mas cuando suene la fatal trompeta
Y al apagar el sol su último rayo,
Por la primera vez vagando inquieta
Desplegará sus alas,
Y en lánguido desmayo
Allá en las ondas de espirante brisa,
Alta la frente y dulce la sonrisa
Irá á posarse en las etéreas salas.

Collection: 
1850

More from Poet

  • ¡QUÉ lentas son las horas de mi tediosa vida,
    Qué amargos los instantes, ausente de mi amor!
    Desgárrase sin tregua mi dolorosa herida,
    Y vago cual la hoja marchita compelida
    Por rápido aquilón.

    Ya asome esplendorosa con mágica sonrisa
    Aurora en el...

  • ¡QUÉ bella es! dulcísimos sus ojos,
    Miradas de paloma...
    La tez, como la aurora sonrosada
    Que por Oriente asoma...
    Como coral los labios, y la frente
    Serena como el lago
    Que no rizára nunca mansamente
    De juguetonas brisas el...

  • SENTADO en un sillón en la ancha popa
    De alígero vapor
    Me arrulla el incesante clamoreo
    De las olas del mar que va rasgando
    La quilla con vigor.

    Acaricia mis sienes con sus alas
    Húmeda brisa que en las járcias vibra
    Con musical...

  • VEN á gozar la fresca sombra
    Del álamo frondoso,
    Ven á gozar delicias á mi lado;
    Aquí de grama en la mullida alfombra
    Oirás el regalado
    Murmurio del arroyo presuroso.

    Ven á gozar: mil músicas suaves
    Escucharás, bien mío;
    El eco de paloma gemidora...

  • COMO rosada luz
    De matutino albor
    Que la extensión azul
    De súbito alumbró;
    Como el primer olor
    Del cándido jazmín,
    Así en mi corazón
    Siento el influjo de tu dulce sí.

    Como tras largo afán,
    Perdido en la extensión
    De proceloso mar,...