En el abanico de la mujer de Pereda

Por el perfume de azahar difuso, El naranjo escondido se revela; El pebetero con olor profuso, Denuncia los tesoros que en sí cela; El alma donde Dios su huella impuso A otra alma rige y en sus obras vela; Si en sus obras hay luz, paz y hermosura, Es porque emanan de otra luz más pura.

Collection: 
1876

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Cien veces los miré, mas nunca supe Cuál era su color; fijos los míos En su lumbre, contentos se anegaban, Y al parecer veïan; Pero el alma sedienta penetraba, A través de las formas veladoras, En busca del recóndito sentido, Como busca el teósofo, Signada en piedras, plantas y metales, La...

Si dura ley, señora, Impide que mi voz presente y viva, O encadenada en letra mensajera, Amante vuele a acariciar tu oído, ¿Consentirás al menos Que el ritmo vago, como el aire libre, Indomeñable, etéreo, Que ni montes ni alcázares detienen Y halaga y duerme al velador tirano, Y nada dice y lo...

Erré, cándido Gino, largo tiempo, Y grandemente erré. Mísera y vana Juzgué la vida; insulsa más que todas Esta presente edad. Intolerable Fue y pareció mi lengua a la dichosa Prole mortal, si es que mortal se puede Llamar el hombre. Entre desdén y asombro, Del Edén odorífero en que habita, Rió...

Brote del labio lo que el pecho siente; Rompa su cárcel el interno fuego Que nutrí con amor por tantos días, Y devorando hasta el postrer rastrojo Del seco campo de mi amor perdido, Inflame el pensamiento Con nueva luz, de dichas precursora, Y el mundo del espíritu convierta En realidad radiante...

Puso Dios en mis cántabras montañas Auras de libertad, tocas de nieve, Y la vena del hierro en sus entrañas. Tejió del roble de la adusta sierra Y no del frágil mirto su corona; Que ni falerna vid ni ático olivo, Ni siciliana mies ornan sus campos, Ni allí rebosan las colmadas trojes, Ni rueda...