A MI MADRE!
Madre mía! mi vida! ¿qué te has hecho?
a dónde está tu maternal mirada?
ya está sin vida, sin calor tu pecho
y tu hija vive aun tan desgraciada!
¿Adonde estás, porqué me abandonaste
y con quien me has dejado madre mía?
tú en tu seno de amor me acariciaste
y hoy te llevas contigo mi alegría.
Tú me amaste de niña con locura
y más tarde ya joven fui tu orgullo
y hoy mi llanto de acerba desventura
ya no lo enjuga ese cariño tuyo.
Ya nunca más mi llanto con tu llanto
veré unirse doliente en mis dolores
no arrullarás a Julia con tu canto
ni le pondrás sobre su frente flores.
Ya no veré dormirse entre tus brazos
los hijos míos que tus hijos son
¿por qué la suerte desató esos lazos
y dejó de latir tu corazón?
Ya al exhalar mis lastimeras quejas
sólo hallarán un eco en el vacío
¿por qué abandonas sola, por qué dejas
un corazón tan débil como el mío?
Ya no veré tus ojos anegados
en lágrimas dolientes por mi suerte
ellos están a mi dolor cerrados
y hundidos por la mano de la muerte.
Madre tan adorada, yo te lloro,
y me parece un sueño todavía
en vano a Dios en mi pesar imploro
porque Dios no me oye; madre mía!