El balcón

Madre de los recuerdos, amante de las amantes,
¡Oh, tú, todos mis placeres! ¡Oh tú, todos mis deberes!
Tú me recordarás la belleza de las caricias,
La dulzura del hogar y el encanto de las noches,
¡Madre de los recuerdos, amante de las amantes!

¡Las veladas iluminadas por el ardor del carbón,
Y las tardes en el balcón, veladas de vapores rosados.
¡Cuan dulce me era tu seno! y tu corazón ¡qué caro!
Nos hemos dicho con frecuencia imperecederas cosas
En las veladas iluminadas por el ardor del carbón.

¡Qué hermosos son los soles en las cálidas tardes!
¡Qué profundo el espacio! ¡Qué potente el corazón!
Inclinándome hacia ti, reina de las adoradas,
Yo creía respirar el perfume de tu sangre.
¡Qué hermosos son los soles en cálidas tardes!

La noche se apaciguaba como en un claustro,
Y mis ojos en la oscuridad barruntaban tus pupilas,
Y yo bebía tu aliento, ¡oh dulzura! ¡oh veneno!
Y tus pies se adormecían en mis manos fraternales.
La noche se apaciguaba como en un claustro.

Yo sé del arte de evocar los minutos dichosos,
Y volví a ver mi pasado agazapado en tus rodillas.
Porque ¿a qué buscar tus bellezas lánguidas
Fuera de tu querido cuerpo y de tu corazón tan dulce?
¡Yo sé del arte de evocar los minutos dichosos!

Esos juramentos, esos perfumes, esos besos infinitos,
¿Renacerán de un abismo vedado a nuestras sondas,
Como suben al cielo los soles rejuvenecidos
Luego de lavarse en el fondo de los mares profundos?
— ¡Oh, juramentos! ¡Oh, perfumes! ¡Oh, besos infinitos!

Collection: 
1841

More from Poet

Sois sage, ô ma Douleur, et tiens-toi plus tranquille.
Tu réclamais le Soir ; il descend ; le voici :
Une atmosphère obscure enveloppe la ville,
Aux uns portant la paix, aux autres le souci.

Pendant que des mortels la multitude vile,
Sous le fouet du Plaisir, ce...

Les amants des prostituées
Sont heureux, dispos et repus ;
Quant à moi, mes bras sont rompus
Pour avoir étreint des nuées.

C'est grâce aux astres nonpareils,
Qui tout au fond du ciel flamboient,
Que mes yeux consumés ne voient
Que des souvenirs de...

Vous pouvez mépriser les yeux les plus célèbres,
Beaux yeux de mon enfant, par où filtre et s'enfuit
Je ne sais quoi de bon, de doux comme la Nuit !
Beaux yeux, versez sur moi vos charmantes ténèbres !

Grands yeux de mon enfant, arcanes adorés,
Vous ressemblez...

Que j'aime voir, chère indolente,
De ton corps si beau,
Comme une étoffe vacillante,
Miroiter la peau !

Sur ta chevelure profonde
Aux âcres parfums,
Mer odorante et vagabonde
Aux flots bleus et bruns,

Comme un navire qui s'éveille
Au vent...

De ce ciel bizarre et livide,
Tourmenté comme ton destin,
Quels pensers dans ton âme vide
Descendent ? Réponds, libertin.

- Insatiablement avide
De l'obscur et de l'incertain,
Je ne geindrai pas comme Ovide
Chassé du paradis latin.

Cieux déchirés...