¿Por qué tal abatimiento?
¿De dónde el grave tormento
Que aflige tu corazón?
Objetos que hace un momento
Te daban tanto contento,
¿Nada dicen, nada son?
¿Nada las verdes florestas,
Nada las grutas repuestas,
Su silencio y soledad?
¿Nada los cantos y fiestas?....
—¡Todo memorias funestas,
Perdida felicidad!—
Bate el céfiro las alas,
Y á danzar van las zagalas
Bajo frondoso dosel;
Todo renueva sus galas;
¿Y tú suspiros exhalas?
—Sí, porque ausente está él.
¡Mil veces odiado el día
En que él dejó esta alquería,
Y jamás después le vi!
¡Oh, cómo renacería
En mi pecho la alegría,
Si él ¡oh Dios! volviese aquí!