Dejad amigos... ¿injusticia tanta...?

Dejad amigos... ¿injusticia tanta
Pensáis que cometiera?
De imaginarlo sólo ya me espanta...
¿Cómo olvidar si pudiera
A mi amorosa Silvia...? No, es en vano
Pretender que yo sea tan tirano.

Al darme corazón, Naturaleza
"Amad a Silvia", dijo;
Y nunca con impura y ruin bajeza
Manchar su ley exijo,
Ni resistir la fuerza que me obliga,
Ni mirar su atracción como enemiga.

Amaré a Silvia mas que viva ausente
Mil siglos de mis ojos,
La amaré aunque su ausencia me atormente
Con dolores y enojos;
En mi ausencia y mi llanto, mi fineza
Será como mandó Naturaleza.

Que la gloria del sexo nunca ha hollado
El puro afecto mío,
Y en mis amores vivo abrasado
Domando mi albedrío;
Del hombre le mostré la suma alteza
Y le hice respetar nuestra grandeza.

"Te amo mi Silvia", ardiendo le decía,
Ardiendo en vivo fuego;
"Te amo, te amo", le digo todavía,
Y que me ame le ruego,
Y arrebatado el pecho se transporta,
Y cualquier expresión la crece corta.

Respiro apenas mi inflamado aliento...
Cualquiera pensaría
Que estoy sacrificando en tal momento
A Silvia el alma mía;
"Te amo", le digo, "te amo, por ti lloro",
Mas nunca el labio pronunció: "te adoro".

Jamás tampoco mi alma dominaron
Caprichos femeniles
Caprichos nunca en Silvia se encontraron
Ni nacieron tan viles
Mis amores, que pronto no estuviesen
A sofocar su ardor, si ellos naciesen.

No, no contará Silvia que un desprecio
A amarla me obligase,
Ni que en sus risas, con empeño necio,
Rendido suplicase;
Porque me ama la quiero, y si me olvida
Será en olvido eterno sumergida.

¿Por qué pues, cuando me ama fiel y firme
Queréis que yo la olvide?
¿Qué discurso hay capaz de persuadirme
Que haga lo que me impide
Esta misma razón que me ilumina
Y esta fuerza interior que a amar me inclina?

¿Cómo opuesto a la Patria, que abandone
Este amor te procura?
No, Silvia es otra ya: jamás se opone
A mi ley su ternura;
Mi ley es de la Patria el amor mío,
Y es ley de Silvia, pues su pecho es mío.

El amor de mi patria está enlazado
Con la afición más viva
De mi Silvia, en tal, modo, que en mi estado
Por mutua alternativa,
Por Silvia amo mi Patria con esmero,
Y por mi Patria amada a Silvia quiero.

Es locura, insultáis que un hombre llore
Porque ama y vive ausente...
¡Ah! ¡Cielos! Será bien que yo implore
Arranquéis de mi mente
Lo último que resta de mi dueño
Cuando podéis volverme halagüeño.

Yo lloro, sí, mas ¿quién decir pudiera
No tengo ojos ni pecho?
¿Dónde esta el hombre raro que tuviera
Para no amar derecho?
Yo lloro porque a Silvia quiero fino
Por reflexión, por gusto y por destino.

¡Ay Silvia, en tanto porque te amo peno,
Peno en tu dura ausencia!
Y tal vez cuando yo de dolor lleno
Prefiero la inclemencia
De mis tormentos, al olvido infame,
Tal vez recelarás que ya no te ame.

Vuela, vuela a mi pecho, Silvia mía,
Verás mi ardiente fuego,
Verás cómo la cruel melancolía
Cual víctima me entrego,
Más bien que vacilar ni un solo instante
Sobrevivir contento y ser tu amante.

Collection: 
1810

More from Poet

  • ¡OH DESGRACIADA EXISTENCIA...!

    ¡Oh desgraciada existencia,
    Con amor lejos de amor!
    ¿Quien el bárbaro rigor
    Podrá sufrir de una ausencia?
    ¿Para cuando la clemencia
    Guardas, Dios tirano y ciego?
    Si ves que no hallo sosiego,
    Si ves que por mas...

  • Ya que para mí no vives,
    Y no te han de ver mis ojos,
    Pues te he perdido;
    Daré lugar á mis penas
    En la triste soledad
    En que hoy me miro.

    Tu me intimas el precepto
    De que olvide para siempre
    Tus atractivos.
    Cuando solo con la muerte
    ...

  • Ya mi triste desventura
    No deja
    Esperanza de tener
    Alivio;
    Y el buscarlo solo sirve
    De darme
    El tormento de mirarlo
    Perdido.

    En vano huiré buscando
    Regiones
    Donde olvidar á mi dueño
    Querido:
    Con la distancia tendrá
    Mi...

  • ¿Con que al fin, tirano dueño,
    Tanto amor, clamores tantos,
    Tantas fatigas,
    No han conseguido en tu pecho
    Más premio que un duro golpe
    De tiranía?

    Tú me intimas que no te ame
    Diciendo que no me quieres,
    ¡Ay vida mía!
    ¡Y que una ley tan...

  • Sin ver tus ojos
    Mandas que viva
    Mi pecho triste;
    Pero el no verte
    Y tener vida
    Es imposible.

    Las largas horas
    Que sin tí paso
    Son insufribles,
    Vivo violento,
    Nada me gusta,
    Todo me aflige.

    El sol me envía
    Para...