Yo vivo encadenado a tu hermosura,
lo mismo que a su roca, Prometeo,
sin poder quebrantar la ligadura
que me une a ti… por más que forcejeo!
De qué delito bárbaro fui reo,
para tener que soportar tan dura
y a la vez dulce pena?, mi deseo
es un placer que llega a la tortura!
Me atraes como abismo luminoso:
Lucho, por arrancarme de tu lado,
con las fuerzas terribles de un coloso!
Inútil! A vivir siempre abrazado
a tu cuerpo flexible y harmonioso,
parece q‘estuviera condenado!