Ante el retrato de una bella

De vista y muy de pasada nos conocemos los dos, y la tuya, vive Dios, no es vista para olvidada. Mas tú verás, si me escuchas con la atención que te pido, que el no habernos conocido tiene ventajas, y muchas. ¡Cuánta alabanza podemos decir recíprocamente de los dos..., precisamente porque no nos conocemos! Tú dirás que la modestia en mí acredita su nombre, pues para ti no hay un hombre que cause menos molestia. Que, aunque me llamen adusto los que... me conocen mal, soy tan blando y tan leal, que nunca te di un disgusto. Yo diré que hasta el presente no te oí murmurar nada, ni de amiga mal tocada ni de amiga impertinente; que debes tener un arte singular y un gran talento, pues que ni un solo momento me he cansado de escucharte; que es tu tino tan perfecto, tu prudencia tan cumplida, que juro a Dios que en mi vida te he conocido un defecto. Y en un mes lo acabaría si hubiera de referir cuanto podemos decir de tu alabanza y la mía. Todo bueno, y, sin embargo, todo verdad lisa y llana, y todo, chica, dimana de habernos visto de largo. Que en este mundo fatal tales engaños se ven, que para alabarse bien hay que conocerse mal. Mas, si iguales han nacido tu corazón y tu cara, yo mucho más te alabara si te hubiera conocido.

Collection: 
1849

More from Poet

ENERO Día 1.º Entró en mi cuarto de un brinco; me miró con faz severa, y me habló de esta manera el año sesenta y cinco: -«Sin razón quejas exhalas, porque mi vuelo apresuro: tienes un medio seguro para arrancarme las alas. Si escribiendo te señalas, si tu inspiración recobras, no experimentes...

Introducción ¡Salud, Genio, salud! Yace la muerte a tus plantas llorando tu victoria... ¡Quiero en la tierra padecer tu suerte, por alcanzar tu deslumbrante gloria! Es el artista un sol que se levanta sobre el mundo, y eterno resplandece; en la virtud su lumbre, se abrillanta y en el rostro del...

De los holgazanes Lunes, que, a rienda tendida, vas del martes empujado, ¡cuántas veces te he fiado la corrección de mi vida! -¡Te vas! ¡La dejas sumida en dudas desgarradoras! Pero, al fin, algo mejoras mi condición, pues hoy siento más vivo el remordimiento de haber perdido tus horas! MARTES ¡...

Donosa aldeana de negro cabello, de rostro más bello que fresca mañana: detente; te llamo temblando de amor; desata ese ramo y dame una flor. Marchito y sin vida tu ramo, aldeana, acaso mañana ninguno lo pida; mas hoy que lo pinta la luz del amor, desata esa cinta y dame una flor. No llores,...

¡Pluma: cuando considero los agravios y mercedes, el mal y bien que tú puedes causar en el mundo entero; que un rasgo tuyo severo puede matar a un tirano, y que otro, torpe o liviano, manchar puede un alma pura, me estremezco de pavura al alargarte la mano!