Al digno y sabio intendente Don Alejandro Ramírez

Triste la hermosa Borinquen gemía
arrastrando la mísera pobreza,
ella que el don de perenal riqueza
en sus campos feraces contenía.
El cielo que amoroso la quería
no pudo consentir en su terneza
que sufriese tan bárbara dureza,
la que el yugo del mal no merecía;
De Power escuchó la alta plegaria
(del patriótico amor grato suspiro)
y ordenó que a cambiar la era precaria
En rico bienestar, fuese Ramiro...
Ramiro bienhechor, tu noble historia
grabará Puerto-Rico en su memoria.

Collection: 
1846

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  • Ante la puerta dorada
    de Doña Inés, gran señora
    que pasa risueña vida
    entre primores y joyas,
    un andrajoso mendigo
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    llamó pidiendo por Dios
    una mísera limosna.
    Asomose a los balcones
    que sus paredes decoran...

  • ¡Oh! ¡cuán triste se queja el alma mía!
    Si la mañana hermosa
    con su rosado velo,
    con plácida armonía
    me saluda al subir al alto cielo,
    por mi amante deliro
    y saluda a la aurora mi suspiro.

    Si la tarde apacible
    con su franjado cielo bonancible...

  • Tus ojos me miraron
    y en bello oriente,
    un astro me mostraron
    resplandeciente.
    Pagó tu labio bello
    mi amor sumiso,
    y el astro fue destello
    del paraíso.
    Más en vano encendiste
    mi grato anhelo,
    y a la tierra trajiste
    la luz del...

  • ¿Hacia dónde tu vuelo
    diriges, ave triste?
    ¿Quizá, ay de ti, perdiste
    la prenda de tu amor?
    ¿O acaso el árbol bello
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    sonaba placentero,
    su...

  • Hay unos ojos divinos
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    Dioles la luna su encanto,
    la palabra su armonía,
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    su elocuencia el corazón.

    Aunque tiranos me miren
    si los vela ingrato...