Con tu acompasado son
Marcando vas inclemente
De mi pobre corazón
La violenta pulsación....
Dichosa quien no te siente!
Funesto, funesto bien
Haces reloj....La venida
Marcas del ser a la vida,
Y así impasible también
La hora de la partida.
Con tu acompasado son
Marcando vas inclemente
De mi pobre corazón
La violenta pulsación....
Dichosa quien no te siente!
Funesto, funesto bien
Haces reloj....La venida
Marcas del ser a la vida,
Y así impasible también
La hora de la partida.
El negro manto que la noche umbría
Tiende en el mundo a descansar convida,
Su cuerpo extiende ya en la tierra fría
Cansado el pobre y su dolor olvida.
También el rico en su mullida cama
Duerme soñando avaro sus riquezas,
Duerme el guerrero y en su ensueño...
¿Por qué mi mente con tenaz porfía
Mi voluntad combate; y obstinada,
Tristes recuerdos de la infancia mía
Ofrece a mi memoria infortunada?
¿Por qué se cambia el esplendente día
En mustia sombra del dolor velada,
Y a la sonrisa de inocente calma
Sucede...
Yo no quiero ventura ni gloria,
Sólo quiero mi llanto verter:
Que en mi mente la cruda memoria
Sólo tengo de cruel padecer.
Cual espectro doliente y lloroso
Sola quiero en el mundo vagar,
Y en mi pecho, cual nunca ardoroso,
Sólo quiero tu imagen...
Con tu acompasado son
Marcando vas inclemente
De mi pobre corazón
La violenta pulsación....
Dichosa quien no te siente!
Funesto, funesto bien
Haces reloj....La venida
Marcas del ser a la vida,
Y así impasible también
La hora de la partida...