¡A las flores emblema de la muerte,
las llaman siemprevivas!...
¿O será porque el vaho de las tumbas
sus ya marchitas hojas no marchita?
Al no poder llorar, ríen los hombres,
y, al mirarlos pasar, causan envidia.
¡Siemprevivas! si el bien tiene su llanto,
también tiene el dolor su amarga risa.