En un día muy festivo
estaba una mercadera
sentada en silla poltrona
a la puerta de su tienda.
Su postura era chocante
porque tenía ambas piernas
demasiado separadas,
y así con razón se lleva
la atención de los que pasan.
Entre todos uno llega
que le dice: -Señorita,
cierre usté luego la puerta,
que hoy no se...