• ¡PAVOROSO PORVENIR!

    El otro día un pavo que se hallaba
    en la Plaza Mayor,
    con altivo ademán, a sus colegas,
    de este modo arengó:

    –«¡Amigos! ¡Ciudadanos!
    ¡Basta de sufrimiento!
    ¡Sonó por fin la hora
    de nuestra redención!
    ¡Lancémonos al campo!...