• De mis antepasados galos, tengo los ojos azul pálido, el cerebro pobre y la torpeza en la lucha. Me parece que mi vestimenta es tan bárbara como la de ellos. Pero yo no me unto de grasa la cabellera.

    Los galos fueron los desolladores de animales, los quemadores de hierbas más ineptos de su época.

    Les debo: la idolatría y la afición al sacrilegio; ¡oh! todos los vicios, cólera,...

  • Niños mendigos. Ha nevado.
    Al tragaluz iluminado
    los pobres van

    porque les trae al retortero
    el ver cómo hace el panadero
    el rubio pan.

    Miran la masa gris en torno
    del brazo blanco que del horno
    es auxiliar.

    El panadero el buen pan cuece,
    la sonrisa en su boca mece
    algún cantar.

    Apretaditos, ni uno alienta
    junto...

  • Picados de viruelas, cubiertos de verrugas,
    con sus verdes ojeras, sus dedos sarmentosos,
    la coronilla ornada de costras y de arrugas
    cual las eflorescencias de los muros ruinosos.

    En idilio epiléptico han logrado injertar
    su osamenta a los grandes esqueletos oscuros
    de las sillas; ni un día han podido apartar
    los pies de los barrotes raquíticos y...

  • Como a un ángel que afeitan, vivo siempre sentado,
    empuñando algún vaso de profundas estrías;
    doblado el hipogastrio, miro cómo han zarpado
    del puerto de mi pipa tenues escampavías...

    Cual cálida inmundicia que un palomar ha hollado,
    me abrasan dulcemente múltiples fantasías
    y es mi corazón triste, árbol ensangrentado
    por las jaldes resinas doradas y...

  • En las azules tardes de verano, deambularé por los senderos
    herido por el trigo, pisando la fina hierba:
    soñador, sentiré el frescor en mis pies,
    dejando que el viento acaricie mi desnuda cabeza.

    Enmudeceré y mis pensamientos se desvanecerán:
    Pero el infinito amor permanecerá en mi alma,
    e iré lejos, muy lejos, bohemio y pensativo
    por la naturaleza -...

  • Oscuro y fruncido como un clavel morado,
    respira, abrigado entre el musgo humildemente,
    húmedo aun del amor que fluye lentamente
    por sus blancas nalgas hasta su borde orlado.

    Filamentos parecidos a lágrimas de leche
    lloraron, rechazados por la ventisca monstruosa,
    cruzando pequeños coágulos de lodo rosa
    hacia donde la vertiente los llama a perderse...

  • A negra, E blanca, I roja, U verde, O azul: vocales,
    diré algún día vuestros latentes nacimientos.
    Negra A, jubón velludo de moscones hambrientos
    que zumban en las crueles hediondeces letales.

    E, candor de neblinas, de tiendas, de reales
    lanzas de glaciar fiero y de estremecimientos
    de umbrelas; I, las púrpuras, los esputos sangrientos,
    las risas de...