•  Ya puestos en camino,
    la fuerza propulsora de la marcha
    nos impele a seguir, con la serena
    actitud, sin desmayos, de la causa
    sustentora de un ideal glorioso,
    que luce sus ensueños de esperanza
    como flámulas rojas que flotasen
    en girones de carnes torturadas.
    Nos impele a seguir. Siempre la...