• Y dejamos su tumba para siempre
    En el jaral de la marina selva,
    Sola con los mugidos de los vientos
    Y el fragor de la mar en la ribera!
    Aquel postrer adiós que no responden
    Los mudos labios ni las manos yertas,
    Ahogó mis sollozos... y la fosa
    Lentamente colmó la extraña tierra.
    Después, envueltos en nocturnas sombras,
    Infló el terral las...