• Único asilo en mis eternos males,
    Augusta soledad, aquí en tu seno,
    Lejos del hombre y su importuna vista,
    Déjame libre suspirar al menos:
    Aquí, a la sombra de tu horror sublime,
    Daré al aire mis lúgubres lamentos,
    sin que mi duelo y mi penar insulten
    Con sacrílega risa los perversos,
    Ni la falsa piedad tienda su mano,
    Mi llanto enjuque y...