Para curarme el esplín
los tomo más de una vez:
¡Rico vino es el Jerez!
¡Buena bebida es el Rhin!
Los dos, usados con calma,
dan, triunfando del dolor,
al cuerpo nuevo vigor,
nueva juventud al alma.
Y ambos, en igual porfía,
después de darnos solaz,
brindan al que duerme, paz,
y al que trabaja, alegría.
Hay quien con mala...