• I

    ¡Pobrecita madre!
    ¡Se murió solita!
    Cuando vino el cabrero a la choza
    con la cabra «Galana» parida
    y el trémulo chivo
    sin lamer ni atetar todavía,
    vio a la madre muerta
    y a la niña viva.
    Sobre un borriquillo,
    sobre una angarilla
    de las del aprisco,
    se llevaron la muerta querida
    y él se quedó solo,
    solo con...