• En la imponente nave
    del templo bizantino,
    vi la gótica tumba a la indecisa
    luz que temblaba en los pintados vidrios.

    Las manos sobre el pecho,
    y en las manos un libro,
    una mujer hermosa reposaba
    sobre la urna del cincel prodigio.

    Del cuerpo abandonado
    al dulce peso hundido,
    cual si de blanda pluma y raso fuera
    se plegaba su...