Con el relente que le dé tempero,
la madrugada roció la tierra.
Se siente frío en la besana húmeda;
el terruño está solo. Ya alborea.
Lo dice levantándose del surco
la alondra mañanera
que desgrana en el aire de sus trinos
hilo copioso de sonantes perlas.
Ya sale el sol de las mañanas tibias,
ya sale el sol de las mañanas buenas,
sol...