• I

    Era un día crudo y turbio de febrero
    que las sierras azotaba
    con el látigo iracundo
    de los vientos y las aguas...
    Unos vientos que pasaban restallando
    las silbantes finas alas...
    Unos turbios, desatados aguaceros,
    cuyas gotas aceradas
    descendían de los cielos como flechas
    y corrían por la tierra como lágrimas.
    Como bajan de...