Un ángel al Pindo bajó cierto día,
por él una musa de amor suspiró;
naciste, oh hermosa, de aquella armonía.
Su frente inspirada, su voz de ambrosía,
la Musa te dio.
Te dio como madre, su forma hechicera,
su paso de ninfa, su queja de amor,
sus ojos de luna y gentil cabellera;
en tanto que el ángel, de célica esfera
te dio el resplandor...