• Es la existencia un cielo,
    cuando el alma soñando embelesada,
    con amoroso anhelo,
    en los ángeles fija su mirada.
    ¡Feliz el alma que a la tierra olvida
    para vivir gozando!
    ¡Quién pudiera olvidarse de la vida!
    ¡Quién pudiera vivir siempre soñando!

    En esa estrecha y mísera morada
    es un sueño engañoso la alegría;
    la gloria es humo y nada...

  • Yo voy soñando caminos
    de la tarde. ¡Las colinas
    doradas, los verdes pinos,
    las polvorientas encinas!...
    ¿Adónde el camino irá?
    Yo voy cantando, viajero
    a lo largo del sendero...
    - La tarde cayendo está-.
    "En el corazón tenía
    la espina de una pasión;
    logré arrancármela un día:
    ya no siento el corazón".
    Y todo el campo...