• ¡Oh! ¿dime qué pesar tu seno encubre,
    qué triste desencanto
    en esa tu faz bella,
    dejó de un amarguísimo quebranto
    la dolorosa huella?
    ¿Porqué te hastías
    en medio de la fiesta rumorosa,
    en que brindan risueñas alegrías
    tanto airoso galán y tanta hermosa?
    ¿De un placentero amor lloras acaso
    la pérdida doliente,
    que fiero se llevó...