• Reina la noche: con silencio grave
    gira los sueños en el aire vano;
    cándida, pura, el silencioso llano
    viste la luna de su luz suave.
    ¡Hora de paz!... Aquí, do a nadie miro,
    en esta cumbre, alzado,
    heme, Señor, del mundo abandonado.

    ¡Cómo embelesa la quietud augusta
    de la natura, a la sensible alma
    que oye su voz, y en deleitosa calma...