• L'ENFAT

                      A Francis Jammes.

    Sollozante y medroso, vuelve al fin a su nido,
    llorando como un niño, mi pobre Corazón.
    -¡Vienes lleno de sangre, Corazón! ¿Te han herido?
    ¿Qué ojos te hicieron daño, mi pobre Corazón?

    Con una herida has vuelto...