• 3

    Guiando un tribunal de tiburones,
    como con dos guadañas eclipsadas,
    con dos cejas tiznadas y cortadas
    de tiznar y cortar los corazones,

    en el mío has entrado, y en él pones
    una red de raíces irritadas,
    que avariciosamente acaparadas
    tiene en su territorio sus pasiones.

    Sal de mi corazón, del que me has hecho
    un girasol...

  • 4

    Me tiraste un limón, y tan amargo
    con una mano cálida, y tan pura,
    que no menoscabó su arquitectura
    y probé su amargura sin embargo.

    Con el golpe amarillo, de un letargo
    dulce pasó a una ansiosa calentura
    mi sangre, que sintió una mordedura
    de una punta de seno duro y largo.

    Pero al mirarte y verte la sonrisa
    que te...

  • 5

    Tu corazón, una naranja helada
    con un dentro sin luz de dulce miera
    y una porosa vista de oro: un fuera
    venturas prometiendo a la mirada.

    Mi corazón, una febril granada
    de agrupado rubor y abierta cera,
    que sus tiernos collares te ofreciera
    con una obstinación enamorada.

    ¡Ay, qué acometimiento de quebranto
    ir a tu corazón...

  • 6

    Umbrío por la pena, casi bruno,
    porque la pena tizna cuando estalla,
    donde yo no me hallo no se halla
    hombre más apenado que ninguno.

    Sobre la pena duermo solo y uno,
    pena es mi paz y pena mi batalla,
    perro que ni me deja ni se calla,
    siempre a su dueño fiel, pero importuno.

    Cardos y penas llevo por corona,
    cardos y penas...

  • 7

    Después de haber cavado este barbecho
    me tomaré un descanso por la grama
    y beberé del agua que en la rama
    su esclava nieve aumenta en mi provecho.

    Todo el cuerpo me huele a recién hecho
    por el jugoso fuego que lo inflama
    y la creación que adoro se derrama
    a mi mucha fatiga como un lecho.

    Se tomará un descanso el hortelano
    ...

  • 8

    Por tu pie, la blancura más bailable,
    donde cesa en diez partes tu hermosura,
    una paloma sube a tu cintura,
    baja a la tierra un nardo interminable.

    Con tu pie vas poniendo lo admirable
    del nácar en ridícula estrechura,
    y donde va tu pie va la blancura,
    perro sembrado de jazmín calzable.

    A tu pie, tan espuma como playa,
    ...

  • 9

    Fuera menos penado si no fuera
    nardo tu tez para mi vista, nardo,
    cardo tu piel para mi tacto, cardo,
    tuera tu voz para mi oído, tuera.

    Tuera es tu voz para mi oído, tuera,
    y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
    y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo
    miera, mi voz para la tuya miera.

    Zarza es tu mano si la tiento, zarza,...

  • En el mar halla el agua su paraíso ansiado
    y el sudor su horizonte, su fragor, su plumaje.
    El sudor es un árbol desbordante y salado,
    un voraz oleaje.

    Llega desde la edad del mundo más remota
    a ofrecer a la tierra su copa sacudida,
    a sustentar la sed y la sal gota a gota,
    a iluminar la vida.

    Hijo del movimiento, primo del sol, hermano
    de...

  • A Federico García Lorca, poeta

    Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas,
    y en traje de cañón, las parameras
    donde cultiva el hombre raíces y esperanzas,
    y llueve sal, y esparce calaveras.

    Verdura de las eras,
    ¿qué tiempo prevalece la alegría?
    El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas
    y hace brotar la sombra más sombría.

    El...

  • A Pablo de la Torriente, comisario político

    "Me quedaré en España, compañero",
    me dijiste con gesto enamorado.
    Y al fin sin tu edificio trotante de guerrero
    en la hierba de España te has quedado.

    Nadie llora a tu lado:
    desde el soldado al duro comandante,
    todos te ven, te cercan y te atienden
    con ojos de granito amenazante,
    con...