Pródiga con el león, Naturaleza
de soberbia melena le corona,
y deja sin diadema la cabeza
de la olvidada leona.
No concede a la frente de la cierva
de las astas el árbol ostentoso,
que a la frente magnífica reserva
del engreído esposo.
Al pavón orgulloso dio la cola
que de mil ojos deslumbrantes siembra,
y sin tasa matiza y tornasola...
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  Pues no hay pariente ni amigo 
 que, de mis penas testigo,
 no me repita el consejo
 de que, antes que llegase a viejo,
 busque el conyugal abrigo,
 respondo a todos al par:
 mañana voy al altar,
 si por mujer me dais una
 que en sí las prendas reúna
 que comienzo a enumerar.
 Es lo primero que anhelo,
 que la adorne virtud tanta,
 que...
