•  Dijo anoche, su canto de muerte
    la canción de la tos en tu pecho,
    y, al mojarse en las notas rojizas,
    mostró flores de sangre el pañuelo.
     — ¡Pobrecitas las carnes pacientes,
    consumidas por fiebres de fuego:
    para ellas las buenas, las tristes,
    ...