En la penumbra florida,
la luna llena de enero
da el valor de nuestra vida:
cero.
Por el estrellado allá,
gris, piruetea la Luna;
y el reloj suspira
la una.
Algo de nosotros mismos
sube a buscar en el cielo
el ilusorio consuelo
de los azules abismos.
Bajo el dombo de zafir,
que hacia Dios simula un puente,
...